Los curiosos coches de tres ruedas


De pequeño una de mis mayores aficiones era el dibujo, y no lo hacía mal, de hecho llegué a representar a mi colegio en algún certamen. Todo el mundo pensaba que acabaría convirtiéndome en un gran pintor, y ya veis dónde he terminado.

Pero el caso es que una de las cosas que más me gustaba dibujar -como la mayoría de niños, supongo- eran coches y, concretamente en mi caso, coches de tres ruedas. Supongo que era debido a lo llamativos que resultaban para mí aquellos camiones de varios ejes con dos ruedas directrices en la parte frontal, que giraban a la vez, y quería trasladar esa idea a un utilitario.




El resultado no era un coche muy bonito -estéticamente hablando-, la verdad, pero su rareza tenía un poderío hipnótico sobre mí. Luego me enteraría que autos así existieron realmente, el más famoso (y seguramente el más conocido) era el monoplaza de Fórmula 1 Tyrrell P34, en el cual dos ruedas frontales tenían la particularidad de ofrecerle una mejora aerodinámica, al reducir la distancia al suelo de su morro por ser ambas ruedas de diámetro más pequeño.

Del papel a la realidad no hay mucho donde elegir en vehículos de dos ruedas directrices, en cuanto a coches se refiere, obviamente. Aunque entre dentro de la ficción, quizá uno de los más conocidos (y reconocibles) sea el taxi de la película Total Recall, o el mencionado Tyrrell P34 (Project 34) de Fórmula 1 que llegó a disputar 30 carreras durante los años 1976 y 1977. Un Mazda 323 readaptado para dos ruedas frontales también participó en rallies, aunque la mayoría no fueron más que coches conceptuales y no pasaron a producción.


Obviamente, los defectos de ese tipo de diseños ha hecho que este sistema sea poco útil, no solo porque supone un gasto mayor en mantenimiento (más componentes que revisar y mantener, más neumáticos a sustituir...), sino que, al producir más rozamiento el vehículo sobre el asfalto (dos ruedas más en contacto con el suelo) el ruido es mayor, y el gasto en combustible también.

A cambio no se gana demasiado: una mejor manejabilidad en curva, y si van acompañadas de una buena suspensión, una tracción mayor.


Obviamente para camiones es diferente, ya que ayuda a distribuir mejor la carga y convierte su plataforma en más robusta y manejable cuando transporta mucho peso, pero en un coche las dos ruedas frontales son, la verdad, poco prácticas y aún menos eficientes.

No obstante como curiosidad, y quizá para coches con vistas a un uso "campero"o en zonas difíciles, tal vez las dos ruedas frontales sean útiles, pero dudo mucho que a estas alturas nadie vaya a apostar por ellas.










| Redacción: RevistaCoche.com / RevistaCoche.Blogspot.com

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